“EL VALE” HA CRUZADO DOS VECES LA META
EN PARÍS

Completar la Maratón de París, un objetivo que buscarán 50.000 atletas inscritos el próximo 12 de abril, cuando la carrera llega a su edición número 39, es un reto que ya han logrado corredores colombianos de distintas edades, cada uno a su ritmo, poniendo lo mejor de sí para alcanzar la meta junto al Arco del Triunfo. Es el caso del envigadeño Jaime Bustamante, ingeniero electricista,  actualmente jefe de mantenimiento del Éxito, quien participó en la carrera en las ediciones de 2010 y 2011.

En su primera aparición en París, Bustamante, con 50 años, cronometró 3 horas y 4 minutos para los 42,195 Kilómetros. Señala que para esa ocasión lo afectó bastante el efecto de  descompensación horaria o jet lag, puesto que en solo un día tuvo que correr su reloj ocho horas para levantarse el día de la carrera luego de una noche medio perdida para los hábitos del cuerpo. En su segunda participación, su tiempo fue de 3 horas y 6 minutos. Sus dos presentaciones en la Maratón de París fueron gracias al apoyo de Almacenes Éxito, filial del conglomerado francés Grupo Casino, vinculado a la organización hasta 2012.

LA PRIMERA MUJER CORRIÓ ENTRE HOMBRES

Para los hombres la maratón hace parte del programa de las olimpiadas desde Atenas 1896 cuando el Barón Pierre de Coubertin inauguró las justas en su versión moderna. Las mujeres tienen cabida en la competencia olímpica desde Los Ángeles 1984.

Al principio todas las maratones admitían solo la participación de los hombres. La primera mujer en correr  oficialmente fue Kathrine Switzern, que en 1967 rompió los protocolos presentándose en la línea de salida de la maratón de Boston, luego de inscribirse revelando solo su apellido y las iniciales de su nombre. Su participación en la carrera dejó para la historia las imágenes del entrenador y el novio de la atleta rebelde, jugador de fútbol americano, evitando que fuera retirado de la ruta por uno de los organizadores de la prueba indignado porque una mujer hubiera tomado la partida.

Switzer completó la carrera por primera vez en 4 horas y 20 minutos. Luego ganó la maratón de Nueva York de 1974 y quedó segunda en la maratón de Boston de 1975. Allí consiguió su mejor marca, que fue de 2 horas , 51 minutos y 37 segundos.

¿POR QUÉ CONTINUAR CORRIENDO?

Cuando suena el despertador sin que haya amanecido todavía, cuando el cansancio te recuerda que el día anterior estuvo pesado y sabes que al correr las piernas te van a pesar más, cuando sabes que aun así te esperan en el trabajo, los oficios y las diligencias es bien difícil entender por qué lo haces.

Tu hijo se va al colegio y tú a la pista. Hace frío y estás en camisilla y pantaloneta al comienzo de otra paliza al cuerpo. Si el trabajo es intenso será una lucha por no detenerte cada vez que el corazón se te quiera salir por la boca y otra pelea por arrancar de nuevo cuando se termine el descanso. Y si la rutina para el día es a un ritmo más llevadero es probable que la batalla sea por saber guardar la energía para un largo rato, por soportar estar en silencio y solo, sintiendo tus pasos, la respiración y tus latidos por metros, cientos de metros y kilómetros, vuelta tras vuelta.

A veces es de noche, luego de la oficina, cuando los otros se van a casa o a divertirse, que alargas la jornada sudando sin que cualquier explicación resulte lógica para los demás.

EL ENCANTO DE PARÍS PARA CORRER

El desafío personal de completar la maratón —correr hasta alcanzar los 42,195 kilómetros marcados como leyenda entre las hazañas de la humanidad— tiene en París, año tras año, una oportunidad que es sin duda una de las más especiales en el planeta.

Cincuenta mil corredores de un centenar de nacionalidades confirmaron sus registros este año para estar al pie del Arco del Triunfo la mañana del 12 de abril, cuando inicie la edición 39 de la carrera (se ha corrido sin falta desde 1976). Las inscripciones ya se cerraron, anota Schneider Electric, la firma organizadora.

En las estadísticas que lleva la organización, los extranjeros que competirán este año en la prueba equivalen al 41,5 por ciento de los competidores; la mayoría de ellos del Reino Unido, Estados Unidos, España, Italia y Alemania. Las mujeres representan el 25 por ciento de los registros, un cuatro por ciento más que en 2014. La edad promedio de los competidores es de 40 años y un tercio de los participantes enfrentará por primera vez la distancia de la maratón.

UNA CARRERA POR LAS POSTALES DE PARÍS

Junto con la Maratón de Berlín y la Maratón de Londres, la de París es uno de los eventos anuales más populares de Europa en cuanto a carreras de larga distancia.

Desde los días previos a la carrera la capital francesa vibra por el evento. La Expo de la Maratón de París en el Centro de Exposiciones Porte Versailles ha reunido en los últimos años a más de 60.000 visitantes y 200 profesionales del atletismo de resistencia.

En su recorrido los atletas pasarán por algunas de las avenidas y plazas que son referente obligado para cualquier vista a la Ciudad Luz. Del Arco del Triunfo hacia la Concordia; y de allí por la Via Rivoli hacia la plaza de La Bastilla, luego el verdor al paso por los Bosques de Vincennes. La visión de Notre Dame y la Torre Eiffel serán las postales para olvidar por un momento el cansancio en el tramo de regreso.

LA MÍTICA DISTANCIA DE LA MARATÓN

Cuando se habla de una maratón, cualquiera que sea, se trata de una carrera a pie de 42.195 metros. Tras la distancia, que es oficial desde los Juegos Olímpicos de París 1924, hay una mezcla de historia antigua, mito y capricho.

Lo cierto es que es la carrera de atletismo más larga incluida en los Juegos Olímpicos (aparte de los 50 kilómetros marcha) y es también la prueba de resistencia más popular en este deporte.

Es común oír hablar del mito de la gesta de Filípides, un soldado griego que en el año 490 antes de Cristo habría muerto de fatiga luego de correr desde la llanura de Maratón hasta Atenas para dar la noticia de la victoria sobre el ejército persa. Se dice que en la polis había quedado la orden de quemarlo todo si no llegaba la noticia de haber vencido en un plazo de 24 horas y acabar todo rastro de vida si era necesario antes de caer en manos de los persas, que habían jurado saquear y matar.

Según la leyenda, la carrera para evitar la destrucción habría sido de 42 kilómetros.